¿Tienes bombillas que se funden más que las promesas de año nuevo? ¿O pagas de luz lo mismo que un crucero por el Caribe? Aquí entra el LED. Y no, no hablamos de esas tiras cutres que parecen navidad en el bar de Paco. Esto va de ahorrar sin vivir a oscuras.
No hace falta ser ingeniero pa entender que calor + luz = mal negocio. Nosotros ponemos luces que no derriten el techo y de paso, te ahorran para esas cañas del finde. Sin cursillos técnicos, palabra.
¿Lámpara en el altillo? ¿Focos en el jardín? ¿O quieres que el baño parezca un spa de lujo? Da igual lo friki que suene. Si se puede enchufar, lo hacemos. Y sin dejar cables sueltos como reguero de migas.
El LED gasta menos que tu móvil en modo avión. Nosotros calculamos que en dos años, lo que ahorras paga la instalación. Y eso que no somos magos, solo buenos con los números.
Mejor que mejor. Revisamos lo que tienes, aprovechamos lo útil y completamos sin cobrar de más. Nada de empezar de cero como si fuese el apocalipsis.
Pues nos llamas y lo arreglamos antes de que te dé tiempo a enfadarte. Nuestra garantía es más larga que la cola del pan fresco en domingo.
Oye, que la luz LED no es solo para modernos. Hasta tu abuela querrá selfies en su salón después de esto. Y si llamas hoy, te tiramos unos consejos pa elegir tonos. ¿A qué esperas? Que las bombillas viejas no se van a cambiar solas…